Cuando una empresa que cotiza en bolsa obtiene beneficios, puede decidir distribuir una parte de los mismos entre los accionistas como recompensa. Esta recompensa se denomina dividendo en efectivo.
Dividendos regulares en efectivo se pagan según un calendario predefinido y su importe puede estimarse normalmente utilizando la política de dividendos de la empresa. En caso de resultados financieros sobresalientes o de diversos ingresos procedentes de actividades de fusiones y adquisiciones (por ejemplo, la venta de una filial con beneficios), la empresa puede decidir recompensar a sus accionistas distribuyendo un dividendo especial en efectivo. Para más información sobre dividendos, visite nuestra Academia de ETF.
Además de los pagos en efectivo, la empresa también puede decidir emitir la recompensa en forma de dividendo en acciones. Este tipo de distribución es tan buena como el efectivo, pero en algunas jurisdicciones no hay que pagar impuestos sobre tales ingresos.